
¿Qué son las calderas de gas?
Las calderas de gas son dispositivos diseñados para proporcionar calefacción y agua caliente sanitaria en viviendas y negocios. Funcionan mediante la combustión de gas (natural, propano o butano), generando calor que se transfiere al agua que circula por los radiadores, suelo radiante o grifos del hogar. Son uno de los sistemas de calefacción más extendidos debido a su eficiencia, versatilidad y facilidad de uso.
La instalación de una caldera de gas debe ser realizada por un instalador autorizado, cumpliendo estrictas normativas de seguridad. La ubicación ideal debe garantizar buena ventilación y protección frente a la intemperie si se instala en el exterior. No se recomienda su instalación en baños o sótanos por cuestiones de seguridad
El mantenimiento regular es esencial para asegurar el rendimiento, la seguridad y la durabilidad de la caldera. Se recomienda realizar una revisión anual, y de manera obligatoria cada dos años, por parte de un técnico especializado. Un buen mantenimiento previene averías costosas y prolonga la vida útil del equipo
Reparación de calderas de gas
Las averías más comunes en las calderas de gas incluyen problemas de encendido, fallos en la bomba, obstrucciones en la salida de humos o defectos en sondas y termostatos. Los costes de reparación varían según la gravedad, pero suelen oscilar entre 75 y 350 euros para incidencias habituales. Es fundamental contar con un servicio técnico certificado para garantizar reparaciones seguras y eficaces.
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Ventajas y beneficios
Las calderas de gas ofrecen múltiples beneficios:
- Eficiencia energética: Los modelos modernos, especialmente los de condensación, alcanzan eficiencias superiores al 90%, lo que se traduce en un menor consumo y ahorro en la factura.
- Confort inmediato: Proporcionan calefacción y agua caliente al instante, manteniendo una temperatura uniforme en toda la vivienda.
- Ahorro económico: El gas natural suele ser más económico que otras fuentes de energía, y la inversión inicial y de instalación es menor que en otros sistemas como la aerotermia.
- Bajo impacto ambiental: Emiten menos CO₂ y contaminantes en comparación con otros combustibles fósiles.
- Facilidad de uso y mantenimiento: Su manejo es sencillo y el mantenimiento, realizado regularmente, asegura un funcionamiento óptimo y seguro.
- Versatilidad: Se adaptan a diferentes tipos de viviendas y pueden integrarse con sistemas de energía solar para mayor eficiencia.
Las calderas de gas siguen siendo una opción muy popular y fiable para quienes buscan confort, eficiencia y economía en la climatización y el suministro de agua caliente en el hogar.